20 décembre 2015
¡Nunca podré olvidarla!
Durante meses, esperé que mi vida cambiara… Y entendí que era ella la que esperaba que yo cambiara. Así, durante casi un año, decidí quedarme inundada en el calor de este caparazón protector. Pero poco a poco, quedó cada vez más pequeña. ¡Ya no podía...