20 décembre 2015
Destino Final (microrrelato)
Nunca me gustaron los viernes 13… No soy muy supersticiosa pero me parece que este día no controlo mi vida… Eran las nueve cuando mi madre vino a recogerme en La Sorbonne queriendo invitarme en un bar. Sugirió el bar donde íbamos habitualmente, pero hoy quería cambiar. Así, le propuse el Bataclan porque siempre hay buena música. Aceptó y, hora y media después de llegar, vimos a un hombre un poco raro correr hasta el centro del Bataclan. Gritó “Alá es grande” y después, un ruido amortiguador y una luz… Sin saberlo, yo nos había llevado a nuestro destino final…
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